miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA LADRONA DE LIBROS


Markus Zusak, nació en 1975 en Sydney, Australia. Es un escritor conocido internacionalmente por sus novelas de literatura infantil I Am The Messenger y La ladrona de libros entre otras obras. Su nombre era Branko Cincovic, pero decidió cambiarlo a la edad de 19 años, cuando se mudó de su casa y comenzó su carrera de escritor.

Hijo de una familia humilde, trabajó como conserje y después estudió profesorado de inglés, compaginando sus estudios con la escritura.

Desde niño fue escuchando historias acerca de la Alemania nazi, el bombardeo de Múnich y del maltrato de los judíos. Estas historias le inspiraron La ladrona de libros.

Ha escrito varios libros de literatura juvenil, su estilo es original y poético, con historias llenas de ternura. En general, narra historias de jóvenes de condición humilde que tratan de mejorar sus vidas. Ha obtenido numerosos premios de literatura juvenil:

The Book Thief (La ladrona de libros)

2008 Ena Noel Award

2007 Michael L. Printz Honor book.

2006 Kathleen Mitchell Award 2006

Fighting Ruben Wolfe

Book of the Year

Ethel Turner Prize for Young People's Literature

The Messenger

2006 Michael L. Printz Award Honor book

2006 Bulletin Blue Ribbon Book

2005 Publishers Weekly Best Books of the Year-Children

2003 Book of the Year Award

Ha publicado los siguientes libros:

The Book Thief (2006) (La ladrona de libros)

Getting the Girl (2003)

Fighting Ruben Wolfe (2001)

The Messenger (2002),

When Dogs Cry (2001)

The Underdog ( 1999)

La ladrona de libros ha sido publicado por la editorial Lumen, en Septiembre de 2.007, y consta de 520 páginas divididas en un prólogo, diez partes y un epílogo.

La narradora es muy atípica, es la muerte. Este hecho aporta una visión extraña y fantástica sobre el relato. La muerte se expresa con una suerte de melancólica ironía y suele percibir las situaciones y las cosas como colores.

Liesel Meminger es una niña que vive en la Alemania nazi. La historia se desarrolla antes y durante la Segunda Guerra Mundial.

Comienza con la muerte de su hermano cuando su madre va a entregarles a una familia de acogida. En el entierro, Liesel roba su primer libro. Los padres adoptivos son Hans y Rosa Hubermann, y viven en Himmelstrasse, en Molching, cerca de Múnich.

Liesel, a los diez años, no sabe leer, va a la escuela y ayuda a su nueva madre recogiendo y entregando la colada y la plancha.

Juega al fútbol en la calle y así conoce a Rudy Steiner, su mejor amigo, siempre detrás de conseguir un beso de Liesel. Ambos ingresan en las Juventudes Hitlerianas.

Aprende a leer en el sótano de los Hubermann con la ayuda de su padre de acogida, Hans, y los libros y las palabras se convierten en una parte fundamental de su vida. Sus nuevos padres son muy pobres, pero Hans vende sus cigarrillos liados a mano para regalarle libros.

Hans toca el acordeón. Este acordeón tiene una historia, gracias a su anterior dueño Hans salvó su vida en la Primera Guerra Mundial y, en agradecimiento, acoge a su hijo Max años más tarde. Max Vandenburg es judío y huye de los nazis.

Liesel sigue robando libros, uno lo rescata de una hoguera, los demás se los va “robando” a la esposa del alcalde, Ilsa. Esta le invita a visitar su biblioteca y cuando Liesel deja de ir, “olvida” siempre una ventana abierta por la que la ladrona entra a menudo.

Estalla la guerra y Molching sufre bombardeos y alarmas aéreas. En el refugio Liesel lee libros a sus vecinos.

Liesel es una niña marcada por la pérdida de su familia y perseguida en sueños por la muerte de su hermano. Es fuerte y decidida y aborrece la injusticia. Ama, y llega a odiar, a las palabras.

Rudy es un inconformista, fuerte y noble, enamorado de Liesel y fiel compañero de aventuras.

Hans, la persona más querida por la protagonista, es dulce y detallista, no puede entender ni compartir el nazismo y arriesga en varias ocasiones su vida por ser fiel a sus ideas.

Max, el judío escondido en el sótano, es un soñador que adora a la niña. Le escribe dos cuentos, El vigilante, que viene a ser un resumen de su vida, y El árbol de las palabras, un alegato antinazi sobre el poder de las palabras.

La ladrona de libros es un libro profundo y liviano a la vez. Su temática invita a la reflexión y muchos de sus episodios son trágicos, pero su lectura se hace amena por su tono ligero y su lenguaje directo y sencillo.

Habla sobre el poder de las palabras, sobre las personas buenas que ven en el prójimo a otro ser humano y sobre la inocencia y las dificultades de la infancia y juventud, todo ello sobre un escenario de dolor e injusticia.

Es una lectura que quedará, sin duda, en mi memoria y estoy segura de que, de vez en cuando, a lo largo de los años, recordaré a la luchadora Liesel, al noble Rudy, a la gruñona Rosa y al amable y admirable Hans.